lunes, 29 de junio de 2009

DAY - A. L. KENNEDY


DAY
Autora: A.L. Kennedy.
Editorial: Lumen.
ISBN: 978-84-264-1701-5.
Número de páginas: 395.

Alfred Day es un joven que, harto del bestia de su padre y de trabajar en la pescadería que éste regenta, decide con dieciséis años alistarse en la RAF. Allí encuentra la paz y la forma de vida ideal para él; compañerismo, familia y amor.

Pero una vez terminada la contienda, Day siente un vacío que cree poder encontrar cuando deja el trabajo en una librería y decide actuar como extra en una película sobre la II Guerra Mundial ambientada en un campo de concentración.

A.L. Kennedy ha estado dos veces en la lista de la revista Granta de los veinte jóvenes mejores novelistas británicos. Con Day ganó el prestigioso premio Costa. Es monologuista y aficionada al “yodelin”, el canto de los pastores de los Alpes suizos. Irreverente, chica mala y supongo que por ello, considerada una escritora de culto.



Tengo que reconocer que este es uno de los libros más difíciles que he leído en mi vida. Conociendo la excentricidad de la autora, no es de extrañar que sus novelas sean verdaderos retos para el lector.

Aparte de otras “técnicas”, utiliza en su narración la primera, segunda y tercera persona en ocasiones para un mismo párrafo.
El esfuerzo y la concentración del lector ha de ser máxima. La autora te pone a prueba, te reta, te provoca… y te pone de mala leche, al menos a mí.

Juega con las cursivas, utiliza los registros de forma, yo diría que arbitraria, se recrea en los pensamientos y reflexiones del protagonista… en definitiva, que vuelve loco al lector.

Con gran esfuerzo y concentración, conseguí distinguir dos voces narrativas, el omnisciente, que nos cuenta la historia, y la conciencia de Day, que nos ofrece otro punto de vista más, que completa e intenta redondear la narración.

Los sentimientos no están descritos. Son expresados por el mismo protagonista, y eso sí me ha gustado.

Yo definiría esta novela para “mentes superiores”, porque se que hay quien buscaría y encontraría en ella segundas lecturas, reflexiones filosóficas, la verdad sobre lo humano y lo divino… pero como mi mente está en la media del más común de los mortales, sintiéndolo mucho, no puedo decir que sea un libro que me haya satisfecho demasiado.

Eso sí, la novela ha despertado bastantes sentimientos en mí; me he sentido ignorante, analfabeta, perdida, cabreada, desesperada y decepcionada. Si ese era la intención de la autora, pues misión cumplida, lo ha conseguido, pero que queréis que os diga, creo que aún no estoy preparada para lecturas tan “profundas”.

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