martes, 16 de diciembre de 2008

LENI RIEFENSTAHL - STEVEN BACH


LENI RIEFENSTAHL
Autor: Steven Bach
Editorial: Circe
ISBN: 978-84-7765-261-8
Nº de páginas: 455

Helene Amalie Bertha Riefenstahl nació en un barrio obrero de Berlín un 22 de agosto de 1902. Hija de un comerciante de calefacciones, pronto se vio inclinada hacia el arte. Su verdadero sueño era la danza pero una lesión de rodilla la aparto de esta práctica para siempre.

Descubrió el cine de la mano de Arnold Franck. Participó en algunas películas en las que después negaría haber actuado (como Wege zu Kraft und Schönheit, en la que aparece prácticamente desnuda). Y junto a este director descubrió su amor por el cine alpino. Tras su éxito como actriz en La montaña sagrada, Leni decidió que crearía sus propias películas.

Corría una época dorada en Berlín, pero pronto caería la oscuridad sobre la lciudad. Fue entonces cuando reparó en ella el partido nazi y el propio Hitler la elegiría para rodar las películas que enaltecieran la grandeza del partido, como “El triunfo de la voluntad”, en la que la puesta en escena correría a cargo del arquitecto Albert Speers.

Poco después, el mismo Hitler le encargaría las películas sobre los Juegos Olímpicos celebrados en Berlín en 1936. Pero no todos los miembros del partido compartían el entusiasmo de Hitler hacia Leni. El que fuese ministro de propaganda del partido nazi, Joseph Goebbels nunca estuvo de acuerdo en dejar en manos de una mujer la dirección de las películas que mostrarían al mundo la grandeza del partido.

Según la propia Leni, este odio venia dado por la atracción que el propio Goebbles sentía por ella y al que ésta no correspondía. Si bien es cierto, años después el propio Goebbles, en una campaña orquestada contra la directora, difundió rumores sobre su posible ascendencia judía.

Se le conocieron múltiples amantes y su belleza le confirió varios admiradores. Pero ella trataba a los hombres, con desdén, casi desprecio. Hasta el punto que uno de ellos llegó a cortarse las venas ante sus negativas.

Acabó casándose con el oficial del ejército alemán, Peter Jacob pero el matrimonio fracasó.

Tras la Segunda Guerra Mundial, el gobierno francés la llevó a juicio y fue sometida a un proceso de “desnazificación”. Pero ella siempre aseguró que sus películas eran encargos del partido nazi y que jamás reflejó en ellas opiniones ni ideas personales.
Pero aunque más tarde rechazase los horrores del nazismo, el estigma de Hitler la acompañó durante toda su vida y fue conocida como la directora de los nazis. En 1948 fue eximida de todos los cargos que se le imputaban pero se le requisaron todos sus bienes, incluidas sus películas, que décadas más tarde recuperaría.

A partir de la segunda mitad de siglo, Leni comenzaría una nueva carrera como fotógrafa en África, fascinada por los Nuba y la belleza de sus cuerpos (su admiración por el cuerpo humano se vio reflejada también en sus películas sobre los juegos olímpicos). En los setenta, realizó una serie de documentales submarinos imitados aún hoy en día por algunos fotógrafos.

En 2003, a los 101 años de edad, Leni murió en su casa mientras dormía, enferma de cáncer y varios problemas dorsales.

Según algunos biógrafos, Leni se pasó la vida disculpándose o negando afirmaciones sobre ella. Su carácter orgulloso no le permitía aceptar las críticas, así cuando leía algo que no le gustaba, lo manipulaba o simplemente lo ignoraba.
Hubo una época en la que saltaron rumores sobre su ambigüedad sexual y algunos movimientos feministas de la época intentaron atraerla a sus filas, pero ella no estaba interesada en dichas asociaciones.

Obcecada, luchadora, arrogante, Leni consiguió hacerse un nombre en la industria cinematográfica. Se hizo acompañar de los mejores los más poderosos, aunque éstos resultasen ser los menos apropiados.

Desgraciadamente para ella, su nombre irá vinculado para siempre al nazismo, pero afortunadamente para el mundo, su legado queda como enseñanza y testimonio del trabajo, la constancia y la tenacidad de una mujer que no se amilanó ni siquiera ante el que se creía iba a ser el dueño del mundo.

FILMOGRAFÍA
La montaña sagrada
El gran salto
El destino de los Habsburgo
Prisioneros de la montaña
Tempestad en el Mont Blanc
Borrachera de nieve
La luz azul
S. O. S. Iceberg
La victoria de la fe
El triunfo de la voluntad
Olimpiada (1º parte)
Juventud Olímpica (2ª parte).
Tierra baja
Impresiones bajo el agua

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