domingo, 5 de julio de 2009

ENTREVISTA CON ILDEFONSO FALCONES


Ildefonso Falcones sorprendió al público hace cinco años con su novel La Catedral del Mar, inspirada en la iglesia de Santa María del Mar en Barcelona. Ahora se traslada a la Córdoba del siglo XVI y en su nueva novela La mano de Fátima nos cuenta la historia de la expulsión de los moriscos de España. Estuvimos con él y nos contó cosas muy interesantes sobre su novela.

Antes que nada, quiero decirte que yo no he leído La catedral del mar, así que no puedo hacer comparaciones. ¿Te molesta que las hagan?

Mejor. Las comparaciones son odiosas, aunque es algo normal e inevitable.

Una primera edición de 500.000 ejemplares, que seguro se agotan en breve, si no lo han hecho ya. ¿Le molesta que sus obras sean consideradas Bet Sellers?

Bet Seller significa que hay mucho público que compra una obra. Si al público le gusta, será un Bet Seller, sino, no lo será. El hecho de que una novela la compren cuatro millones de personas no puede ser más satisfactorio. Yo escribo novelas, después es el público el que decide.

La novela comienza con el alzamiento de los moriscos de las Alpujarras. Hay algunas escenas que son realmente duras en cuanto a violencia se refiere…

Pues faltan muchas que son bastante más fuertes. Escenas de verdaderas masacres por parte, principalmente de los cristianos. Al principio los moriscos también fueron muy crueles pero luego perdieron la oportunidad de esa crueldad ya que los cristianos fueron los vencedores

Hernando, el protagonista, lucha durante toda la novela por el entendimiento entre cristianos y musulmanes por medio de la razón. ¿Está condenado el ser humano a prescindir de ella?

Pues desgraciadamente no funcionaba ni entonces ni ahora. Pero si que es un hecho verídico, y la prueba está en los libros plúmbeos del Sacromonte. Evidentemente, el personaje y la historia que yo cuento es ficción, pero sí es cierto que esos libros plúmbeos intentaron ese acercamiento entre las dos religiones. Fue una falsificación que pretendió, a través de la lengua árabe, poner de manifiesto unas reliquias que eran falsas, como las de San Cecilio, que era árabe de nacimiento, con lo cual los cristianos tendrían que admitir que la lengua vehicular de ese mensaje era el árabe. Esto es una realidad histórica, con lo cual sí que hubo gente que intentó ese acercamiento.

La toma del reino de Granada por los Reyes Católicos es un pasaje bastante conocido en la historia de España, pero no así la expulsión de éstos. ¿Por qué se trata de esconder este hecho?
Pasaron más de cien años desde la toma de Granada hasta su expulsión. Pero sí es cierto que es un hecho muy poco conocido, que no se estudiaba en los colegios, como se estudiaba la expulsión de los judíos. Ahora, coincidiendo con el cuarto centenario están apareciendo algunos artículos en prensa. Pero de no ser por el centenario, seguiría siendo un episodio histórico realmente oscuro y cruel de la historia de España. ¿Por qué no es conocido? En la época franquista se alardeaba de tener buenas relaciones con los países musulmanes, quizá en ese momento se intentó ocultar este periodo de la historia. Se ha hablado en alguna ocasión de la posibilidad de facilitar la nacionalidad a los descendientes de los judíos sefardíes que fueron expulsados de España. Con los descendientes de aquellos moriscos, mucho más cercanos, no se plantea lo mismo.

Evidentemente, la suya es una novela histórica, pero ¿podría considerarse también una novela de aventuras? Porque hay buenos y malo, batallas, espadas y hasta piratas…


Por supuesto. Es la presentación de una época a través de una novela de aventuras. Y creo que eso es lo que hace atractiva una novela histórica para el lector. Leer casi mil páginas de hechos históricos no tiene gracia. Con aventuras se hace más ameno, e intento que los hechos históricos sean reales y que estén lo suficientemente documentados y, salvo errores, que sean ciertos.

Como en muchas novelas históricas, en la tuya hay un evangelio apócrifo, reliquias falsas…

Pues no es un invento mío. El evangelio de San Bernabé es una teoría que se está estudiando ahora por parte de investigadores e historiadores acerca de la posibilidad de que esos libros plúmbeos del Sacromonte estuvieran destinados a sacar a la luz el Evangelio de Bernabé. En el año 78 apareció una copia de dicho evangelio transcrito al castellano por los moriscos.

¿Podría ser este el tema de una nueva novela?

Por lo que a mi respecta, ya está bien. Ya he tenido suficiente. (risas)

Hay un gran trabajo de documentación. Y muchos datos históricos. ¿No tienes miedo de saturar al lector?

Bueno, yo creo que he limpiado mucho. Aún hay mucho que contar sobre la época. He intentado que la historia que iba contando fuera cuadrando con los hechos que sucedieron realmente y no soltar datos porque sí; que la historia de ficción nos fuera mostrando esa realidad histórica, para conocer lo que pasó y cómo vivían los moriscos.

¿Qué lee Ildefonso Falcones cuando no está documentándose para una novela?
Pues sobre todo leo novelas que me entretengan. No novelas que me planteen problemas o con las que tenga que pensar mucho. En este momento estoy leyendo una novela sobre Cuba.

¿Escribirás alguna vez un libro de menos de 300 páginas?

Es difícil relatar un hecho histórico en menos de trescientas páginas porque el lector no llegaría a tener conciencia. De todos modos, uno solo de los de Stieg Larson ya tiene setecientas, es decir que nos hemos tragado dos mil páginas, repartidas en tres volúmenes, para enterarnos del desenlace de la historia. El mío son casi mil páginas pero después ya no hay más. Quiero decir que con trescientas páginas, una novela histórica se quedase corta.

Supongo que continuarás con la novela histórica…

Sí, esa es mi intención.

Muchas gracias por tu tiempo, Ildefonso y mucha suerte.

Gracias a ti.





No hay comentarios: