Título: Y de repente fue ayer.
Autor: Boris Izaguirre.
Editorial: Planeta.
ISBN: 978-84-08-08678-9.
Páginas: 496.
Reseña realizada por Angi Sansón.
Boris Izaguirre nació en Caracas, Venezuela. Fue guionista de telenovelas y hoy en día es articulista en varias publicaciones y popularísimo colaborador en programas de televisión.
Reconozco que tenía mucha curiosidad en conocer la escritura de Boris Izaguirre. Curiosidad que, admito, estaba influenciada por el histriónico personaje televisivo de Boris. La sorpresa ha sido mayúscula. Si bien empecé el libro con recelo, llegué a la segunda parte del mismo con auténtico entusiasmo y en ésta disfruté.
Todo sucede en una Cuba ambientada en la época de Batista que Boris ha sabido describir muy bien. El devenir de uno de los protagonistas pone de manifiesto temas como el racismo, el maltrato infantil, la corrupción, el amor, la soledad… ¿y qué formato televisivo puede englobar todos esos contenidos y llevarlos a miles de hogares? La telenovela, evidentemente. Tan denostado y criticado como es éste género, tendremos que convenir en que a través de un argumento lacrimógeno, “picúo” y sentimental, los temas que trata son, aún hoy, de máxima actualidad. Vamos a ver, que el padre de la telenovela, el señor Félix B. Caignet, en “Derecho de vivir”, tratara el tema del aborto en 1948 puede sorprender, pero lo más sorprendente es que hoy en día seguimos debatiendo el mismo tema.
Autor: Boris Izaguirre.
Editorial: Planeta.
ISBN: 978-84-08-08678-9.
Páginas: 496.
Reseña realizada por Angi Sansón.
Boris Izaguirre nació en Caracas, Venezuela. Fue guionista de telenovelas y hoy en día es articulista en varias publicaciones y popularísimo colaborador en programas de televisión.
Reconozco que tenía mucha curiosidad en conocer la escritura de Boris Izaguirre. Curiosidad que, admito, estaba influenciada por el histriónico personaje televisivo de Boris. La sorpresa ha sido mayúscula. Si bien empecé el libro con recelo, llegué a la segunda parte del mismo con auténtico entusiasmo y en ésta disfruté.
Todo sucede en una Cuba ambientada en la época de Batista que Boris ha sabido describir muy bien. El devenir de uno de los protagonistas pone de manifiesto temas como el racismo, el maltrato infantil, la corrupción, el amor, la soledad… ¿y qué formato televisivo puede englobar todos esos contenidos y llevarlos a miles de hogares? La telenovela, evidentemente. Tan denostado y criticado como es éste género, tendremos que convenir en que a través de un argumento lacrimógeno, “picúo” y sentimental, los temas que trata son, aún hoy, de máxima actualidad. Vamos a ver, que el padre de la telenovela, el señor Félix B. Caignet, en “Derecho de vivir”, tratara el tema del aborto en 1948 puede sorprender, pero lo más sorprendente es que hoy en día seguimos debatiendo el mismo tema.
Boris hace un verdadero homenaje a Caignet en su novela. De hecho, leí algo de su biografía y, luego, a medida que iba leyendo el libro fui entendiendo muchas más cosas de Efraín Rotundo, uno de los protagonistas, un niño al que roban su infancia y, de mayor, le roban su pasado, y que empieza su andadura de guionista en Radio Reloj. Por cierto, actualmente esta emisora sigue existiendo y, si tenéis curiosidad, podéis escucharla a través de Internet. Como anécdota os diré que es la única emisora que tiene como telón de fondo de toda su programación el tic-tac del reloj.
Boris ha escrito un libro donde expone el sistema político cubano de Batista (“… ese empeño por cambiar Cuba cuando en el fondo lo que estaban haciendo era permitir que los americanos trajeran lo peor de sus casas hacia esta isla que a nadie le importaba”) y el inicio de la Revolución Castrista, la mentira americana, la corrupción y el racismo (“… estaban infringiendo las leyes no escritas de la cafetería que seguían más o menos la rigidez de que ninguna persona de color podía ser vista fuera de su área de servicio”) y la hipocresía de los que hemos sido testigos de todo ello.
Pero como en las telenovelas, el verdadero mensaje lo hace llegar con un fantástico argumento, y a diferencia de ella, no lo alarga en exceso.
A pesar de todo, Boris, a mí me han dado unas ganas locas de ir a conocer La Habana lo antes posible. ¿Quién sabe?
Boris ha escrito un libro donde expone el sistema político cubano de Batista (“… ese empeño por cambiar Cuba cuando en el fondo lo que estaban haciendo era permitir que los americanos trajeran lo peor de sus casas hacia esta isla que a nadie le importaba”) y el inicio de la Revolución Castrista, la mentira americana, la corrupción y el racismo (“… estaban infringiendo las leyes no escritas de la cafetería que seguían más o menos la rigidez de que ninguna persona de color podía ser vista fuera de su área de servicio”) y la hipocresía de los que hemos sido testigos de todo ello.
Pero como en las telenovelas, el verdadero mensaje lo hace llegar con un fantástico argumento, y a diferencia de ella, no lo alarga en exceso.
A pesar de todo, Boris, a mí me han dado unas ganas locas de ir a conocer La Habana lo antes posible. ¿Quién sabe?
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