UNA ANCIANA OBESA Y TRANQUILA.
AUTOR: Luis Gutiérrez Maluenda.
EDITORIAL: Difácil
ISBN: 978-84-92476-04-6.
Páginas: 192.
Reseña realizada por Angi Sansón.
Luis Gutierrez Maluenda después de dos libros titulados “Putas, diamantes y cante jondo” y “Música para los muertos”, vuelve con la novela “Una anciana obesa y tranquila”, otro relato calificado de negro donde el detective Basilio Céspedes deberá resolver el brutal asesinato de una apacible vecina llamada por todos Maria la Portuguesa. La resolución del caso nos llevará de Barcelona a Madrid con escala en Lisboa, en el bello barrio de la Alfama. Al mismo tiempo, una escultural mujer le encarga otro extraño asunto: demostrar a su marido su infidelidad con otros hombres.
Leí el libro envuelta en sonidos de jazz, en ocasiones; otras, me decanté por el blues. Me acompañaba un vaso de whisky con tres cubitos de hielo y aunque sólo fumo de vez en cuando, decidí llenar mi atmósfera con humo de cigarrillo. Seguí paso a paso los parámetros básicos de un seguidor de novela negra. Raymond Chandler y Dashiel Hammett hubieran estado orgullosos de mí.
Sin embargo, Luis Gutiérrez se empeñó en cambiarme los esquemas más elementales. Basilio Céspedes, el detective, es abstemio, sólo bebe zumo de naranja, así que me conformé con tres cubitos de hielo, diciendo adiós a mi whisky. Del cigarro ya ni hablamos, claro. Lo único que me quedó intacta fue la música elegida. Creo que a Basilio Céspedes también le gusta. Y de este modo continué la lectura.
Basilio es un tipo solitario por obligación, desencantado de la vida y menos duro de lo que él querría. Se hace llamar a sí mismo Humphrey y tiene un perro que se llama Cariño (sí, no me he equivocado) Y ¡qué decir de la anciana! Para ser una anciana obesa y tranquila la que llega a liar la señora y, como en los mejores relatos de novela negra el desenlace nos lo brinda la concatenación de acontecimientos que se suceden, sin que Humphrey pierda detalle.
Como en toda novela negra que se precie, existe la figura del ayudante, Billy Ray, que a pesar de su nombre, es gallego, de Orense para más señas y la figura de la secretaria, Mercedes, situada siempre en la oficina de Basilio Céspedes, atendiendo llamadas y pendiente del detective.
Breves menciones a Philip Marlowe, Sam Spade, Agatha Christie o Raymond Chandler hacen no perder de vista qué tipo de novela tienes entre manos. En la página 80, habla del padre Carballo, ¿un guiño a Vázquez Montalbán y al detective Carvalho?
El libro hay que leerlo y dejarse llevar de la ironía y el humor con la que Luis Gutiérrez escribe. Si quereis lectura para entreteneros y disfrutar, apuntaos este libro. A mí me arrancó más de una carcajada.
AUTOR: Luis Gutiérrez Maluenda.
EDITORIAL: Difácil
ISBN: 978-84-92476-04-6.
Páginas: 192.
Reseña realizada por Angi Sansón.
Luis Gutierrez Maluenda después de dos libros titulados “Putas, diamantes y cante jondo” y “Música para los muertos”, vuelve con la novela “Una anciana obesa y tranquila”, otro relato calificado de negro donde el detective Basilio Céspedes deberá resolver el brutal asesinato de una apacible vecina llamada por todos Maria la Portuguesa. La resolución del caso nos llevará de Barcelona a Madrid con escala en Lisboa, en el bello barrio de la Alfama. Al mismo tiempo, una escultural mujer le encarga otro extraño asunto: demostrar a su marido su infidelidad con otros hombres.
Leí el libro envuelta en sonidos de jazz, en ocasiones; otras, me decanté por el blues. Me acompañaba un vaso de whisky con tres cubitos de hielo y aunque sólo fumo de vez en cuando, decidí llenar mi atmósfera con humo de cigarrillo. Seguí paso a paso los parámetros básicos de un seguidor de novela negra. Raymond Chandler y Dashiel Hammett hubieran estado orgullosos de mí.
Sin embargo, Luis Gutiérrez se empeñó en cambiarme los esquemas más elementales. Basilio Céspedes, el detective, es abstemio, sólo bebe zumo de naranja, así que me conformé con tres cubitos de hielo, diciendo adiós a mi whisky. Del cigarro ya ni hablamos, claro. Lo único que me quedó intacta fue la música elegida. Creo que a Basilio Céspedes también le gusta. Y de este modo continué la lectura.
Basilio es un tipo solitario por obligación, desencantado de la vida y menos duro de lo que él querría. Se hace llamar a sí mismo Humphrey y tiene un perro que se llama Cariño (sí, no me he equivocado) Y ¡qué decir de la anciana! Para ser una anciana obesa y tranquila la que llega a liar la señora y, como en los mejores relatos de novela negra el desenlace nos lo brinda la concatenación de acontecimientos que se suceden, sin que Humphrey pierda detalle.
Como en toda novela negra que se precie, existe la figura del ayudante, Billy Ray, que a pesar de su nombre, es gallego, de Orense para más señas y la figura de la secretaria, Mercedes, situada siempre en la oficina de Basilio Céspedes, atendiendo llamadas y pendiente del detective.
Breves menciones a Philip Marlowe, Sam Spade, Agatha Christie o Raymond Chandler hacen no perder de vista qué tipo de novela tienes entre manos. En la página 80, habla del padre Carballo, ¿un guiño a Vázquez Montalbán y al detective Carvalho?
El libro hay que leerlo y dejarse llevar de la ironía y el humor con la que Luis Gutiérrez escribe. Si quereis lectura para entreteneros y disfrutar, apuntaos este libro. A mí me arrancó más de una carcajada.
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