UN MARAVILLOSO PRESENTE
Autor: Pattie Boyd – Penny Junor
Editorial: Circe
ISBN: 978-84-7765-265-6
Nº de páginas: 383
Autor: Pattie Boyd – Penny Junor
Editorial: Circe
ISBN: 978-84-7765-265-6
Nº de páginas: 383
Los años sesenta londinenses crearon un gran número de mitos no sólo en Londres, sino por todo el mundo. Mitos como los Beatles o los Rollings, por nombrar dos de los inmortales.
Con ellos se creo una sociedad y una forma de vida (swinging London) que marcó el punto de inflexión entre pasado y presente.
Famosa, guapa y, según algunos, pieza clave de aquellos dorados años, fue Pattie Boyd; casada primero con George Harrison, con el que vivió un amor tierno y casi inocente, y después con el guitarrista Eric Clapton, cuya relación fue tormentosa pero apasionada e intensa.
Patty Boyd cuenta su vida desde su infancia pero pasa por ella de puntillas. Describe la vida de los sesenta, la cultura pop, el auge de los clubs, la psicodelia y las drogas. Todo el mundo se drogaba, sobre todo el los círculos de los famosos. Se daban redadas anti-droga y detenciones pero también corrupción policial.
En ella se inspiraron ambos músicos para componer temas como Layla o Something, canciones que se convirtieron en la banda sonora de unos años felices a la vez que tortuosos.
Criada en Kenia hasta que empezó su adolescencia, con una familia rota y educada de internado en internado, empezó su carrera como modelo fotográfica mientras trabajaba para Elisabeth Arden. Fue entonces cuando la contrataron como figurante para la película Que noche la de aquel día, que rodó la mítica banda. Fue entonces cuando conoció a George.
Pasó prácticamente de los internados a los estudios de fotografía y después al lujo de los hoteles, los viajes exóticos y las grandes fortunas.
Pattie nos muestra cómo era la vida de los Beatles y del genio de la guitarra, Eric Clapton. Sus giras, sus debilidades, sus manías o sus virtudes, pero lo realmente interesante es lo que el lector descubre; el papel de esta mujer (y supongo que otras como ella) en la vida de una estrella de la talla de sus dos maridos. Un pilar en el que se apoyaron en sus momentos de debilidad, un refugio donde esconderse, un sostén, en definitiva, que ellos creían indestructible pero cuyas grietas pusieron en peligro en varias ocasiones no tanto su integridad física sino su equilibrio mental.
Ella acompañó a George en su búsqueda espiritual, fue víctima de su introspección y toleró sus infidelidades, siempre con la fortaleza y espíritu que, en aquel entonces, ella creía indefensión.
Ayudó a Eric con su alcoholismo y su adicción a las drogas, sacrificó su propia dignidad personal por sacarlo del abismo, y estuvo a su lado cuando tuvo un hijo con otra mujer y cuando éste murió accidentalmente cayendo por la ventana de un hotel.
Abrazó la espiritualidad pero siempre con los pies en el suelo. Y tuvo la valentía de empezar en solitario una nueva vida tras divorciarse de Eric Clapton, aun sin tener ni idea de la supervivencia en el mundo real. Como ella dice en el libro, “tuve que recurrir a una amiga para que me diese unas clases prácticas de cómo viajar en metro”.
Pero a pesar de todo, Pattie ha conseguido vivir su propia vida y no estar a la sombra de grandes monstruos que la hacían invisibles. Se ha encontrado a sí misma y ahora vive de su trabajo como fotógrafa, y la única sombra que ve proyectada es la suya propia en el futuro.
Una biografía contada desde la sinceridad, sin adornos pero sin recrearse en la morbosidad de los excesos de los demás.
Con ellos se creo una sociedad y una forma de vida (swinging London) que marcó el punto de inflexión entre pasado y presente.
Famosa, guapa y, según algunos, pieza clave de aquellos dorados años, fue Pattie Boyd; casada primero con George Harrison, con el que vivió un amor tierno y casi inocente, y después con el guitarrista Eric Clapton, cuya relación fue tormentosa pero apasionada e intensa.
Patty Boyd cuenta su vida desde su infancia pero pasa por ella de puntillas. Describe la vida de los sesenta, la cultura pop, el auge de los clubs, la psicodelia y las drogas. Todo el mundo se drogaba, sobre todo el los círculos de los famosos. Se daban redadas anti-droga y detenciones pero también corrupción policial.
En ella se inspiraron ambos músicos para componer temas como Layla o Something, canciones que se convirtieron en la banda sonora de unos años felices a la vez que tortuosos.
Criada en Kenia hasta que empezó su adolescencia, con una familia rota y educada de internado en internado, empezó su carrera como modelo fotográfica mientras trabajaba para Elisabeth Arden. Fue entonces cuando la contrataron como figurante para la película Que noche la de aquel día, que rodó la mítica banda. Fue entonces cuando conoció a George.
Pasó prácticamente de los internados a los estudios de fotografía y después al lujo de los hoteles, los viajes exóticos y las grandes fortunas.
Pattie nos muestra cómo era la vida de los Beatles y del genio de la guitarra, Eric Clapton. Sus giras, sus debilidades, sus manías o sus virtudes, pero lo realmente interesante es lo que el lector descubre; el papel de esta mujer (y supongo que otras como ella) en la vida de una estrella de la talla de sus dos maridos. Un pilar en el que se apoyaron en sus momentos de debilidad, un refugio donde esconderse, un sostén, en definitiva, que ellos creían indestructible pero cuyas grietas pusieron en peligro en varias ocasiones no tanto su integridad física sino su equilibrio mental.
Ella acompañó a George en su búsqueda espiritual, fue víctima de su introspección y toleró sus infidelidades, siempre con la fortaleza y espíritu que, en aquel entonces, ella creía indefensión.
Ayudó a Eric con su alcoholismo y su adicción a las drogas, sacrificó su propia dignidad personal por sacarlo del abismo, y estuvo a su lado cuando tuvo un hijo con otra mujer y cuando éste murió accidentalmente cayendo por la ventana de un hotel.
Abrazó la espiritualidad pero siempre con los pies en el suelo. Y tuvo la valentía de empezar en solitario una nueva vida tras divorciarse de Eric Clapton, aun sin tener ni idea de la supervivencia en el mundo real. Como ella dice en el libro, “tuve que recurrir a una amiga para que me diese unas clases prácticas de cómo viajar en metro”.
Pero a pesar de todo, Pattie ha conseguido vivir su propia vida y no estar a la sombra de grandes monstruos que la hacían invisibles. Se ha encontrado a sí misma y ahora vive de su trabajo como fotógrafa, y la única sombra que ve proyectada es la suya propia en el futuro.
Una biografía contada desde la sinceridad, sin adornos pero sin recrearse en la morbosidad de los excesos de los demás.
1 comentario:
q lastima de libro, es alucinante como una buena historia es aniquilada x mala mala la traductora y los editores, descanse en paz!
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